En aquella nave viajaba un pequeño grupo de técnicos de la UEO para proporcionar asistencia al complejo, pues hacía varios días que se habían interrupido las comunicaciones con el mismo.
Los problemas de comunicación en el planeta no eran infrecuentes, al estar constántemente batido por tormentas de arena y otras inclemencias, que afectaban especialmente a las transmisiones a larga distancia.
El piloto inició la maniobra de aproximación, una vez que pudo ver el complejo a poca distancia.
De repente, comenzó a sonar una alarma en la cabina. Apenas le fue posible amagar un movimiento evasivo, cuando la aeronave fue impactada de lleno por varios misiles lanzados desde las defensas antiaéreas automatizadas del recinto, que convirtieron la nave en una bola de fuego y la precipitaron contra el suelo.
Defensas antiaéreas automatizadas del complejo |
Se informó de la transmisión interceptada al Almirante al mando de la flota del sector. La respuesta fue inmediata y tajante, un mensaje directo desde el Oberkommando, ordenando intervenir de inmediato con todas las fuerzas disponibles en la zona y realizar una extracción del personal en las instalaciones científicas descubiertas, así como de todo el material e información posible, evitando a toda costa que caigan en otras manos.
Instalaciones científicas de la UEO, bajo el mando de "El Ojo" |
Las fuerzas de Kriegstadt, desembarcadas en el planeta, consistieron en dos columnas de infantería mecanizada, que se desplegaron una desde el norte, y otra desde el este, para tratar de rodear el complejo, cubiertos por una batería de artillería.
Por su parte, la extraña fuerza militar, desplegada para intentar llegar hasta el complejo, resultó ser una orden de caballería independiente, de guerreros con servoarmadura, llamada "Los Panteras Blancas".
El Reich de Kriegstadt nunca había mantenido ninguna clase de contacto o relación diplomática con esta entidad militar, ni tampoco conocía sus fines, por lo que las órdenes eran evitar el enfrentamiento siempre y cuando la presencia de estas fuerzas no resultase un estorbo para el cumplimiento de la misión. Por supuesto, no se debía permitir que nada ni nadie de las instalaciones científicas cayese en sus manos.
Su aproximación partió desde el norte, a pie, tras un descenso orbital.
Las tropas de Kriegstadt comienzan su avance. Pese a que la situación incitaba a la cautela en la aproximación, resultaba necesario llegar al objetivo antes que cualquier otra fuerza, por lo que las tropas se dirigieron hacia lo desconocido sin permitirse ninguna demora.
Por su parte los "Panteras Blancas" avanzaron con el propósito de cruzar el pequeño oasis que abastecía de agua al complejo de investigación.
Pese a la cercanía con las tropas de Kriegstadt que avanzaban desde el norte, también optaron por una política de no-beligerancia, pues probablemente sabían que podrían enfrentarse a otro tipo de enemigo en las inmediaciones.
Los carros de combate de Kriegstadt abrieron el avance desde el norte, seguidos por la infantería mecanizada.
En su camino, el Ejército de Kriegstadt encontró lo que parecían ser alguna clase de organismos alienígenas, saliendo del suelo como protuberancias orgánicas.
No había tiempo de consultar al mando sobre la naturaleza de aquella forma de vida, ya fuera flora o fauna autóctona o cualquier otra cosa. Podría suponer un peligro, y no podían permitir que ralentizase su avance, por lo que se ordenó su incineración mediante lanzallamas.
Apenas fue dada la orden, decenas de criaturas xenomorfas salieron de aquellas extrañas oquedades biológicas, y se avalanzaron contra los vehículos y los soldados, que abrieron fuego a discreción.
Algunos soldados veteranos ya se habían enfrentado antes a criaturas de este tipo, pero hasta ese momento no se había reportado la presencia de esta especie alienígena hostil en la zona.
Había decenas y decenas de criaturas, cada vez más, de todos los tamaños, algunas incluso de mayor tamaño que un carro de combate, según cuentan aquellos que lo vivieron.
El caos se adueñó de la formación, con los soldados tratando de defenderse de una marea de colmillos y garras dispuestos a despedazar su carne. Dispararon hasta recalentar cada arma, hasta el combate cuerpo a cuerpo con aquellos seres del averno.
Mientras tanto, un equipo de élite había sido enviado a inspeccionar los restos de la aeronave estrellada de la UEO, esparcidos por una amplia zona, con la misión de buscar supervivientes, o material de interés, información o tecnología, además de hacer fotografías para su análisis posterior.
Inspección de los restos de la aeronave de la UEO por tropas de élite de Kriegstadt |
Uno de los soldados se adentró en la sección frontal de aquella nave, que era la parte más entera de aquellos restos. Inspeccionó el interior con su linterna. Allí había cadáveres de varias personas, vestidos con ropas civiles. Se dió la vuelta y, con la radio en la mano, se dispuso a informar al mando.
Apenas pudo comenzar a pronunciar una palabra cuando se abalanzó sobre él uno de aquellos individuos ensangrentados a los que había dado por muertos. A golpes, trató de defenderse, de lo que pudo comprobar, horrorizado, que no se trataba de un superviviente hostil...sino de un infectado por el llamado "Síndrome de Benson", conocido como "Síndrome del Caminante Errático" en Kriegstadt, y más comunmente como "Enfermedad Zombie" en toda la galaxia.
El resto de cadáveres volvieron a la vida, y se abalanzaron sobre el resto de la escuadra.
Los soldados de Kriegstadt no sabían si habían caido en una trampa o simplemente se habían aventurado en su avance más de lo prudente, frente a amenazas desconocidas.
Lo cierto es que el caos se adueñó por completo de sus líneas, sufriendo terribles pérdidas.
Por su parte, los "Panteras Blancas" seguían avanzando...pero detrás de ellos surgió toda una horda de criaturas monstruosas. Les habían rodeado.
Sin embargo, las tropas de Kriegstadt desplegadas desde el este, habían conseguido llegar al Complejo de Investigación.
Se desplegaron en el recinto y revisaron puerta por puerta sus edificios en busca de información y material de interés que capturar para su posterior análisis.
Pero por encima de todo, su objetivo era encontrar al científico conocido como "El Ojo", con instrucciones de proceder a una extracción aérea tanto con su cooperación como sin ella, preferiblemente vivo, pero con la orden de impedir que cayese en manos de cualquier potencia extranjera.
"Corred! Corred, mis criaturas! Corred, hijos míos!" |
De ellos, salió una marea de criaturas alienígenas, que se lanzaron en la misma dirección como si fueran un único ser.
En ese momento, es localizado por los soldados kriegstadter.
"El Ojo", informa a los hombres de Kriegstadt de que ha liberado a una horda de criaturas xenomorfas que, a diferencia de las que existen en estado salvaje en la galaxia, llevan implantado un chip de conducta en el cerebro, que controla parcialmente su comportamiento.
"Si no atacáis a mis criaturas, ellas os dejarán en paz", explicó "El Ojo".
El teniente Koch, se vió tentado de acabar de un disparo con el autor de aquellas aberraciones pero, por encima de todo, tenía unas órdenes muy claras que cumplir.
- "Y, ¿Los guerreros de la armadura blanca?" -Preguntó Koch
- "Mis criaturas tienen hambre" -respondió mientras reía siniestramente.
Koch no podía reprimir la repulsión que le generaba la maldad de aquel individuo y sus criaturas antinaturales, pero debía pensar en términos prácticos y cumplir su misión.
Transmitió por radio lo indicado por "El Ojo", por lo que los soldados se vieron en la tesitura de vencer su instinto y dejar pasar de largo a aquellas criaturas devoradoras de hombres sin disparar.
Tal y como "El Ojo" había dicho, la horda de xenomorfos ignoró por completo a los soldados de Kriegstadt, que observaban con sudores fríos a aquella marea de pesadilla pasar ante ellos.
Por su parte, los guerreros "Panteras Blancas", vieron abalanzarse sobre ellos a aquellos seres alienígenas, y consideraron que se trataba de una trampa de Kriegstadt, por lo que abrieron fuego contra las tropas, que recibió por respuesta una buena cantidad de disparos y cañonazos.
Tras desactivar las defensas antiaéreas automatizadas del complejo, se solicitó la extracción aérea, llegando a toda velocidad una aeronave, para proceder a la evacuación.
Sin embargo, los "Panteras Blancas" dispararon contra ella furiosamente, pues no pensaban dejar que el Reich de Kriegstadt cumpliese sus planes.
Un disparo afortunado de un arma ligera, alcanzó uno de los tubos del colector de combustible de la aeronave, obligándola a realizar un descenso forzoso bajo el fuego enemigo.
Sin embargo, este golpe de suerte no fue suficiente para cambiar el curso de los acontecimientos, pues los guerreros de armadura blanca, se vieron rodeados por completo por las criaturas alienígenas.
"¡Hasta la última bala!" |
Vehículo taller junto a la aeronave averiada |
Las tropas participantes en aquella batalla nunca supieron con certeza el propósito de todo aquello, simplemente cumplieron con su misión. No pudieron hablar nunca de ella, pues se decretó su carácter de secreto militar, por lo que a efectos oficiales, se comunicó en la prensa y a las familias de los fallecidos, que se habían producido unos combates contra milicias locales durante una misión de paz para llevar la prosperidad a los pueblos de la galaxia.
Los "Panteras Blancas" desplegados nunca pudieron contar su versión de los hechos, pues fueron todos devorados sin excepción por las criaturas alienígenas.
Resultado: Victoria del Reich de Kriegstadt
- Las fuerzas de Kriegstadt consiguieron tomar el Complejo de Investigación y realizar la extracción aérea de "El Ojo".
- Los "Panteras Blancas" no consiguieron tomar el Complejo de Investigación, ni capturar a "El Ojo" ni sobrevivir a la batalla.
- Los alienígenas xenomorfos se comieron a quienes pudieron, pero no devoraron a la totalidad de tropas desplegadas.
La partida tuvo lugar el día 28 de Diciembre de 2019